Caravana por los derechos de niños, niñas y adolescentes

El 25 de octubre de 2016 dará comienzo la Caravana de los Pibes y las Pibas, organizada por el colectivo Niñez y Territorio, a la que adhieren numerosas organizaciones sociales y gremiales de Argentina.

Se llevará a cabo desde la ciudad de La Plata hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tal como señalan los organizadores, “esta caravana es para sacar a los pibes y las pibas del encierro, encierro que tiene que ver no sólo con los dispositivos (los institutos de menores) sino con el encierro que produce la pobreza, con esos guetos que se arman en las villas de la Ciudad de Buenas Aires, en los barrios más pobres de la provincia de Buenos Aires”.

La propuesta atiende a “visibilizar la crisis económica y social, la criminalización de la protesta, la presencia policial y la vulneración de los derechos de los pibes y pibas en sus comunidades”


En el documento publicado por Niñez y Territorio se postula:

Las organizaciones políticas de niñez que venimos construyendo Niñez y Territorio convocamos a la “Caravana de los pibes y las pibas”.

Nos convocamos en este contexto de ajuste que se profundiza, de despidos masivos ante la destrucción de puestos de trabajo, de debilitamiento de las políticas sociales y de profundización de políticas represivas. Con políticas públicas de educación y salud empobrecidas, y con políticas de niñez que retroceden abatidas por años de debilidad institucional, con programas vaciados de recursos, con trabajadores y trabajadoras precarios y sin respaldo político.

Nos convocamos y convocamos a las organizaciones sociales, de niñez, a lxs trabajadorxs… para denunciar esta crisis económica y social, la criminalización, la presencia de fuerzas policiales y la regulación de las mafias que avanzan en nuestros barrios vulnerando los derechos de los pibes, las pibas y sus comunidades.

Porque sabemos que cada pibe y piba pobre es parte de una familia sin trabajo o con trabajos sin derechos y salarios de subsistencia. Porque vemos diariamente que detrás de cada pibe y cada piba desamparada hay una comunidad rota, azotada por la instalación de múltiples violencias en los territorios y vulnerable a las bandas lideradas por el narcotráfico que explotan pibes y pibas de los barrios más postergados y los usan de carne de cañón para negocios cuyos dueños reales viven en barrios caros y privados.

Porque entendimos que este sistema generador de pobreza y desigualdad necesita de un Estado policíaco que, para la niñez, se expresa con políticas de encierro.

La penalización de los pibes y pibas, las detenciones arbitrarias, el acoso de las fuerzas policiales, los intentos de bajar la edad punible, la precariedad de los recursos que permitan estrategias alternativas a la privación de la libertad, el debilitamiento de los organismos de derechos de la niñez, la ausencia de políticas públicas sociales que permitan a los pibes y pibas proyectar una vida digna son dimensiones de esta realidad que se suman al encierro en los territorios marcados por la exclusión que se han vuelto cárceles para los pibes y las pibas acorralados por la pobreza, la indiferencia social, la estigmatización y el triunfo del discurso del miedo.

En el 2013, cuando lograron instalar la baja en la edad de imputabilidad en la agenda legislativa que obtuvo media sanción en el Senado, recuperamos banderas históricas y organizamos nuestra primera caravana por el NO A LA BAJA que culminó con cientos de personas frente al Congreso Nacional denunciando que “los pibes y las pibas no son peligrosos sino que están en peligro”.

Otra vez nos encontramos ante una avanzada del discurso represivo contra los pibes y pibas por eso volvemos a alzar nuestra voz y a demostrar que somos muchxs en cada territorio luchando por una infancia más digna.

Cada pibx preso, cada pibx muerto, cada piba desaparecida víctima de las redes de trata, cada pibx con hambre, cada pibx sin sueños es una derrota profunda. Las organizaciones sociales y de niñez venimos andando estrategias de trabajo que alumbran otro camino posible. Pero no alcanza.

Desde la humildad y la potencia de parir experiencias trasformadoras en los territorios, las organizaciones y sus pibes y pibas tenemos mucho para decir. Voces ausentes en los relatos oficiales y que omiten los discursos de escritorio.

Porque organizados pudimos construir colectivamente respuestas a algunos de nuestros problemas, porque aprendimos que es posible pero que no alcanza si lo que queremos es un país que este a la altura de la dignidad de lxs pibxs. Necesitamos asumir la tarea de construir fuerza organizada que supere nuestras propias construcciones.

Nos convocamos a todxs a mostrar esa otra realidad, la que se construye día a día en los territorios.

Construyamos ese mundo que soñamos. Pibes y pibas, educadorxs, militantes, trabajadorxs porque encerrar no nos cierra, porque ningún pibe nace chorro, porque con ternura ¡venceremos!

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