Por Sebastián Giménez (Lic. Trabajo Social)
De un tiempo a esta parte se utiliza en Trabajo Social y en otras ciencias sociales el concepto de resiliencia con bastante amplitud y aceptación. Liliana Calvo (2005) describe y explica el origen del término:
“Werner, una estudiosa de la epidemiología social, observó durante alrededor de treinta años cómo se desarrollaba la vida de una Comunidad en Hawai, donde muchos de los integrantes sufrían diversas situaciones de riesgo.
Así descubrió que algunos de los niños o jóvenes, que padecían experiencias de violencia, alcoholismos, vínculos rotos, abusos, etc, podían sobreponerse y desarrollarse como individuos con posibilidad de crecer favorablemente y ser personas positivas para su comunidad y otros en cambio no lo lograban” -1-.
Entonces, el concepto de resiliencia se asocia a la posibilidad que existe de superar e incluso salir fortalecido de situaciones de adversidad. El concepto tiene un importante aspecto positivo que es rescatar al sujeto. El sujeto no es el simple producto o consecuencia de lo que lo rodea, puede lograr superarse y sobreponerse a situaciones difíciles. Esto es importante en nuestra intervención de trabajadores sociales: apostar siempre a las posibilidades de las personas que atendemos es vital si queremos intervenir con la intención de, al menos, intentar generar recursos o alternativas. En este sentido, el concepto de resiliencia es casi heideggeriano, en cuanto a que el hombre es un ser arrojado al mundo y puede proyectarse a sus posibilidades -2-, lejos de la previsibilidad de una cosa juzgada e inmóvil.
Pero hay otro aspecto del concepto que a veces no se alcanza a vislumbrar y considero necesario analizar. Ejemplificando, podemos tener la situación de dos hermanos sometidos al trabajo infantil u a otras situaciones adversas (violencia, alcoholismo, vínculos rotos, abusos, retomando la cita anterior) desde edades muy tempranas. Uno, encarnando el concepto de resiliencia, logra sobreponerse, consigue trabajo, construye una familia y puede desarrollar sus posibilidades. Su hermano, en cambio, cae preso de la droga o la delincuencia.
Continuá leyendo “La otra cara del concepto de resiliencia” →